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BRONQUIOLITIS

BRONQUIOLITIS

  • 20 de diciembre de 2022
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BRONQUIOLITIS

Llega la época de los “mocos” y en bebes y lactantes la BRONQUIOLITIS es la infección respiratoria más común. Aunque la mayoría de los casos son leves, es una enfermedad que debe controlarse y sobre todo prevenirse. ¿Cuál es la causa ?, ¿qué debo hacer con mi hijo?, ¿cuáles con los síntomas?, ¿cómo puedo tratarlo desde casa?, ¿cuándo acudir a urgencias? Aquí te lo explico todo.  

La bronquiolitis es una infección respiratoria común en niños menores de 2 años, que provoca inflamación y obstrucción en los bronquiolos (las pequeñas vías respiratorias de los pulmones), dicha infección genera edema, inflamación y producción de moco, la cual se acumula, lo que dificulta que el aire fluya libremente dentro y fuera de los pulmones. 

Esta enfermedad suele ser causada por virus, principalmente por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), aunque también puede ser causada por otros virus, incluidos los que causan la gripe o el resfriado común, los cuales son más frecuente durante los meses de invierno. 

Síntomas

Durante los primeros días, los signos y síntomas de la bronquiolitis son similares a los de un resfriado:

  • Catarro
  • Congestión nasal
  • Tos (primero seca y después productiva)
  • Fiebre leve (no siempre presente) 

Una semana después, se puede presentar:

  • Dificultad respiratoria y presencia de signos de lucha (hundimientos de la piel entre las costillas y la clavícula, streedor respiratorio, …)
  • Dificultad para dormir o comer (debido a la fatiga respiratoria)
  • Niveles bajos de oxígeno. 

Estos síntomas pueden durar desde varios días hasta semanas. En general, la mayoría de los niños se recuperan con cuidados en el hogar, aunque un pequeño porcentaje puede requerir hospitalización.

Factores de Riesgo

  • Nacimiento prematuro.
  • Afecciones cardíacas o pulmonares subyacentes.
  • Un sistema inmunológico debilitado.
  • Exposición al humo de tabaco.
  • No haber sido amamantado (los bebés amamantados obtienen beneficios inmunológicos de la madre).
  • El contacto con muchos niños, como en una guardería, y el pasar tiempo en ambientes concurridos.

¿Cuándo debes consultar a un médico?

Los siguientes signos y síntomas son razones para buscar atención médica inmediata:

  • Sonidos de sibilancias audibles (pitos).
  • Respiración muy rápida (más de 60 respiraciones por minuto [taquipnea]) y superficial.
  • Respiración dificultosa: las costillas parecen succionar hacia adentro cuando el bebé inhala.
  • Fuertes accesos de tos (tos quintosa).
  • Aspecto lento o letárgico.
  • Negarse a beber lo suficiente, o respirar demasiado rápido al comer o beber.
  • La piel se vuelve azul, especialmente los labios y las uñas (cianosis).

Prevención

Ya sabes que los virus respiratorios se propagan por contacto y por gotitas de saliva, la mejor estrategia para disminuir el contagio es el lavado las manos con frecuencia, especialmente antes de tocar a tu bebé.  

Usar una mascarilla facial en caso de que tu o alguna persona cercana al bebe tenga síntomas respiratorios, sobre todo otros bebes.

Limitar el contacto con personas que tengan fiebre o resfriado. En especial si tu hijo es un recién nacido o prematuro. Los dos primeros meses de vida sus defensas no estarán suficientemente fuertes y necesitara mayores cuidados.

Limpiar y desinfectar las superficies. También los objetos que las personas tocan con frecuencia, como los juguetes y los pomos de las puertas. Esto es especialmente importante si un miembro de la familia está enfermo.

Cubrir la tos y los estornudos. Utiliza un pañuelo o el codo para evitar esparcir gotitas de saliva por el ambiente. Luego desecha el pañuelo y lávate las manos o usa un desinfectante de manos a base de alcohol.

Usar tu propio vaso. No compartas los vasos con otros.

Lavarse las manos a menudo. Lávate las manos y las de tu hijo con frecuencia.

Amamantar. Las infecciones respiratorias son significativamente menos comunes en los bebés amamantados, recuerda que la leche materna, sobre todo la de las primeras semanas provee a tu hijo de defensas de la madre.

Tratamiento

En general, la mayoría de los casos de bronquiolitis son leves y no requieren tratamiento específico. 

1. No Farmacológico:

Es importante mantener una buena hidratación, por lo que se recomienda realizar nebulizaciones con suero fisiológico para hidratar la mucosa; los humidificadores de aire frio por el contrario, a pesar de que cumplen la función de humedecer el ambiente, no alcanzan a humidificar las vías respiratorias bajas, razón por la cual no tiene evidencia fiable en el manejo.

Para aliviar la congestión nasal, se pueden hacer lavados nasales con suero salino de manera ocasional, tener cuidado con la frecuencia pues podría irritar la mucosa nasal.   

2. Farmacológico:

El Paracetamol puede ayudar a bajar la fiebre y a aliviar el malestar.

En casos moderados a graves, puede ser necesario administrar medicamentos específicos para abrir las vías respiratorias (broncodilatadores).

Los esteroides orales o nebulizados, solo se recomiendan en casos puntuales de inflamación de la mucosa o laríngea y siempre bajo orden médica.

Los antibióticos, sólo se pautan en situaciones específicas, en las que el medico sospeche infección secundaria bacteriana. Como la bronquiolitis es causada por virus, los antibióticos como medida general no son efectivos.  

Los niños con bronquiolitis no deben acudir a la escuela hasta que hayan pasado 24 horas asintomáticos y puedan desarrollar una actividad diaria normal. 

3. Fisioterapia:

Implementar fisioterapia en el tratamiento médico previo, disminuye el riesgo de que la patología se agrave.  

¿Por qué acudir a un Fisioterapeuta en estos casos?

El fisioterapeuta a partir de técnicas manuales, facilita la expectoración, ayudando a expulsar el moco acumulado en los bronquios, lo que alivia la obstrucción y mejora la respiración, por lo que directamente promueve el ascenso de la oxigenación y por ende facilita el comer y el dormir mejor.

Mejora la ventilación: Aumenta la cantidad de aire que inhalan y exhalan.

Fortalece los músculos respiratorios. 

Finalmente, es importante tener en cuenta que la fisioterapia no es una cura para la bronquiolitis, sin embargo, si se combina con terapia médica, el efecto sinérgico es aún mayor y tu hijo mejorará con mayor rapidez y menor riesgo de complicaciones.

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